Pequeño migrante haitiano que habla tres idiomas ayuda a sus compatriotas en Tijuana
Aunque Vila lleva ocho meses adaptándose junto a su familia a Tijuana, dice que lo que más extraña es la escuela, pues debido a su estatus migratorio en México no se le ha permitido ingresar a algún plantel educativo.

Woldes Vila, de 10 años aprendió a hablar español en Chile y portugués en Brasil. | Roberto Delgado

Woldes Vila, de 10 años aprendió a hablar español en Chile y portugués en Brasil. | Roberto Delgado

Woldes Vila, de 10 años aprendió a hablar español en Chile y portugués en Brasil. | Roberto Delgado

Woldes Vila, de 10 años aprendió a hablar español en Chile y portugués en Brasil. | Roberto Delgado

Woldes Vila, de 10 años aprendió a hablar español en Chile y portugués en Brasil. | Roberto Delgado

Woldes Vila, de 10 años aprendió a hablar español en Chile y portugués en Brasil. | Roberto Delgado
Tijuana, BC.- Vila tiene 10 años, es un migrante de nacionalidad haitiana, que vive junto a su familia en la segunda pequeña Haití en Tijuana y ante las barreras del idioma es quien ayuda a niños y adultos con traducciones en criollo, su lengua materna, portugués y español, tres idiomas que domina desde que con su familia abandonó su país de origen para buscar una mejor vida.
"Me llamo Woldes Vila y tengo 10 años, ayudó a gente que no sabe hablar español", se presentó.
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A simple vista pareciera un niño como cualquier otro, le gusta el futbol y jugar con sus amigos en los columpios, pero también es un pequeño intérprete que ama las matemáticas y estudia por su cuenta.
"Yo le he enseñado a mi primo también a hablar, él casi no habla, así que yo le ayudo, a quien me lo pide, aprendí a hablar español en Chile y portugués en Brasil, me gusta mucho poder ayudar y me gustaría poder ir a la universidad a estudiar medicina. Las matemáticas me gustan mucho porque me ayudan a pensar, son difíciles y eso me divierte, ahorita me sé hasta la tabla del 10", explicó.
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Vila quiere estudiar
Aunque Vila lleva ocho meses adaptándose junto a su familia a Tijuana, dice que lo que más extraña es la escuela, pues debido a su estatus migratorio en México no se le ha permitido ingresar a algún plantel educativo.
A mí no me gusta México porque no quieren que pase a la escuela, y quiero ir a Estados Unidos para entrar a la escuela. Aquí yo fui un día a la escuela, mi mamá preguntó si me dejaban estudiar y no me dejaron", dijo.
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Vila confesó que otro de sus deseos es poder trabajar para ayudar a su mamá.
También quiere trabajar para ayudar su mamá
"Quisiera trabajar también, para poder ayudar a mi mamá, cuando estoy enfermo ella me cuida, me lleva al hospital, me lleva a la escuela cuando podía ir, ella trabaja", confesó.
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La segunda pequeña Haití, es un lugar que funciona como albergue para más de cien migrantes de ese país y se ubica en la colonia Pedregal de Santa Julia.
A ese lugar llegan los haitianos que antes estuvieron en Tapachula, Chiapas, esperando un permiso migratorio para transitar por el territorio mexicano.
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